8.4.09

AMO de V. Maiacovski


DE NIÑO
Yo fui agraciado en el amor, sin límites.
Pero de niño,
la gente preocupada, trabajaba.
Y yo,
escapaba a las orillas del río Rión,
y vagaba sin hacer nada.
Se enojaba mi madre:
"¡Chiquillo maldito!"
Mi padre me amenazaba con el cinturón.
Pero yo,
me ganaba tres rublos falsos
y jugaba con los soldados bajo las tapias.
Sin el peso de la camisa,
sin el peso de los botines,
daba vueltas
y me quemaba bajo el sol de Kutaís,
hasta que me daban punzadas al corazón.

El sol se asombraba:
"Apenas se ve
y también tiene corazón
se empeña el chiquillo.
¿Cómo es que cabe en este pedazo de un metro,
el río,
el corazón
yo,
y las kilométricas cumbres?"


TU
Entraste.
En serio miraste.
La estatura,
el bramido
sencillamente examinaste
-un chiquillo.
Tomaste,
sacaste el corazón,
y sencillamente te fuiste con él a jugar,
como una niña juega con su pelota.
Y todas,
como si vieran milagros
exclamaron- damas y señoritas:
"¿A ese amarlo?
Si se echa encima,
hace falta una domadora.
¡Debe ser de una jaula!"
Y yo, de júbilo
-perdí el yugo-
y de alegría,
olvidándome de mí mismo
saltaba,
-como en casamiento de indio-
tan alegre, y bien me sentía.

1 comentario:

Four Dead Pixels dijo...

¡me encanta!