24.4.09

Me acuerdo de ti


De la serie Experiments 1916-17 de e.e. cummings

V

the sky
was     can dy
lu             mi
    nous            ed
                      i
ble
    spry   pinks
    shy               lem
ons
                                greens
 cool
choco           lates
             un                   der
a     lo
   co
     mo       tive       s pout
                    ing
            vi
   o
               lets

Mina- O cómo casi pierdo la vida


Resulta que voy andando en bici y de pronto... No mames. Tengo que tener esa foto! Así que, actuo como he determinado después de varias veces en esta situación. 
Paso una de las piernas delante mío, y asi tener las dos piernas de un lado para bajarme. Tomo el estuche de la canastilla, la cámara del estuche, y la tapa de la cámara. Brinco de la bici y esta cae sin vida sobre el asfalto mientras yo, con gracia (de lo posible) camino como si el mundo se detruyera a sus espaldas. Pasa un tipo en una moto atrás mío. La cámara ya está calibrada y tomo un par de fotos.

Luego, luego me doy cuenta de algo raro. El tipo de la moto que acaba de pasarme en la calle, se detiene. Da vuelta en U. Se dirige hacia mí.Veeeerga! Cabe mencionar que todas las precauciones de dejar morir la bici y así, están diseñadas para hacer el acto lo más rapidamente posible. Cosa que, según yo, algún día me salvará la vida.
Así que, veo al tipo venir, convencida de que viene a matarme. Corro hacia la bici, me subo dejo la cámara en la canastilla (así nomás) y antes de inhalar de vuelta, ya estoy pedaleando. El tipo está casi al lado mío. Se levanta la careta del casco y dice desilusionado:

ÉL- Ash, pensé que se le había descompuesto la bici. 
y luego yo sintiéndome como una zonza.
YO- Ah, no.

Pasan unos segundos y yo intento con todas mis fuerzas adelantarme para que no andemos a la par.

YO- Muchas gracias. 
ÉL- Sí.

El tipo sigue andando. Me pasa. Llegando a un poste y se detiene. No mames, ¿por qué hace eso? ¿Por qué paró? Ya me cargó la chingada.
Sin embargo, sigo andando. Como si nada. Lo paso por la izquierda y al instante comienza a seguirme. No hay pedo, no hay pedo, ya estoy cerca.
Cruzo la calle, voy a todo y me duelen las piernas como nunca. Aplico la misma bajada de la bici pero ahora cerca de la puerta de casa. Obvio no dejo la bici caer al piso. La detendo elegantemente mientras jalo la campanita del poli con ansiedad. El tipo se acerca, puedo imaginar su cara debajo del casco.

ÉL- ¿Ya?
Yo hago gesto de ya.
ÉL- Que tenga buenas noches.
YO- Igualmente.

Entro a la privada y ando muy despacito por la empedrada. 
¿Será que sí quería matarme? 
Ya nunca lo sabré.


¿No que azul?


Un agujero al cielo

El mal pasito

¿Dónde?

En camino


Sí...

Alpargatas

18.4.09

Los viejos amigos

UNO- Diario me rompes el corazón. Me llamas, me ilusionas, y luego me rompes el corazón. Te encanta.
DOS- Es que ya no tengo ganas de salir. Mejor vamos mañana al cine.
UNO- ¿En domingo? Ni madres...
DOS- ¿Por?
UNO- Pues porque está lleno. Tendríamos que entrar a una peli de losers.
DOS- ¿Por qué de losers?
UNO- Pa' que no haya gente.
DOS- Obvio vamos en la noche y no hay nadie.
UNO- Ya ves, estás trabajando en tu rompida de corazón de mañana desde ahorita.
DOS- Pues vente. Te invito a mi casa.
UNO- Ay, ¿a qué? ¿a verte las piyamas?

Dos puntos distintos.


UNO
ÉL- Yo quería llevarte a volar.
ELLA- En pony?
ÉL- En mi espalda.
ELLA- No tienes pony?
ÉL- No, me dan miedo los caballos.
ELLA- Por?
ÉL- Me tiró uno cuando era chico.
ELLA- Y te lastimaste?
ÉL- Me fisuré una costilla. Además siempre he creido que les duele.
ELLA- Nunca lo había pensado.

DOS
A- Como hoy el cielo es rosa, es perfecto para volar en nuestros ponys de algodón de azúcar chaparrita.
E- Sí! Volemos hasta Aguas y te invito un helado de vainilla con coca. Después pasamos a Cabo y vemos como se oculta el sol.

8.4.09

11:06

Si vuelves a llamarme fría o a echarme la culpa, voy a tener que des.tru.ir.te (!!!) y ...basta. (jaja)
.No.fun.cio.na.mos. E.so.es.to.do. No.más.no.fun.cio.na.mos.
"Es que, no puedo desequilibrarte." ¡Y claro que no! ¡Si esto no se trata de desequilibrar a nadie!
Ahí está la puerta. Te quiero, y te quiero bien. Te quiero mucho. 
En mi corazón estás y estarás siempre. 
Nada de esto importa. 
Son cosas de un planeta que habremos de abandonar de cualquier modo. 
Ahí está la puerta. Ábrela y sal. No voltees. Sí aquí estaré, sólo no como tú esperabas.

AMO de V. Maiacovski


DE NIÑO
Yo fui agraciado en el amor, sin límites.
Pero de niño,
la gente preocupada, trabajaba.
Y yo,
escapaba a las orillas del río Rión,
y vagaba sin hacer nada.
Se enojaba mi madre:
"¡Chiquillo maldito!"
Mi padre me amenazaba con el cinturón.
Pero yo,
me ganaba tres rublos falsos
y jugaba con los soldados bajo las tapias.
Sin el peso de la camisa,
sin el peso de los botines,
daba vueltas
y me quemaba bajo el sol de Kutaís,
hasta que me daban punzadas al corazón.

El sol se asombraba:
"Apenas se ve
y también tiene corazón
se empeña el chiquillo.
¿Cómo es que cabe en este pedazo de un metro,
el río,
el corazón
yo,
y las kilométricas cumbres?"


TU
Entraste.
En serio miraste.
La estatura,
el bramido
sencillamente examinaste
-un chiquillo.
Tomaste,
sacaste el corazón,
y sencillamente te fuiste con él a jugar,
como una niña juega con su pelota.
Y todas,
como si vieran milagros
exclamaron- damas y señoritas:
"¿A ese amarlo?
Si se echa encima,
hace falta una domadora.
¡Debe ser de una jaula!"
Y yo, de júbilo
-perdí el yugo-
y de alegría,
olvidándome de mí mismo
saltaba,
-como en casamiento de indio-
tan alegre, y bien me sentía.

1.4.09

In His Own Way

Pasa algo lindo. Cuando estoy mucho tiempo en un lugar desconocido, con gente que no me acaba de gustar. Me empiezo a sentir triste. Me canso facilmente. Las personas mamonean. No miran a los ojos, no pueden y sólo hablan de lo que son y lo que hacen. Hablan para confirmar si verdaderamente son, y si verdaderamente hacen. Todo parece engañoso y torpe. Cuando me encuentro en fiestas platicando de cosas que para mí no tienen importancia. Cuando estoy incómoda, y me siento verdaderamente sola. Entonces, hay un momento en que quiero irme a mi casa, y pienso en ti. No es algo que haga concientemente; solo pienso en ti.

Nada de lo de anoche importa. Tengo más de lo que se puede pedir. Dejaré de buscarte, en los de la barra, o la puerta, o el baño. Cualquier cuarto se llena de sentido y se infla con aire mentolado cuando te recuerdo. Me acuerdo que te tengo. Te recuerdo y como por una ventana que se me había olvidado abrir, y ahora abro, entra todo el universo.

Léase más de prisa.
[Estamos acostados en una cama toda blanca. Yo me recargo en tu pecho. Puedo oir tu corazón así. Tu metes la mano abierta entre mi playera y mi espalda. Estamos quietos y con los ojos cerrados. La casa está poca madre. Tiene los techo altos, es fresquísima. Afuera hay una alberca. Cerca de nuestra ventana tenemos albahaca, menta, romero...
A un costado, en el armario, tú  te inclinas para abrochar tus agujetas (traes converse negros) y yo busco un trapito de colores entre miles. ¿Éste? Tenemos prisa.
En la cocina parecemos desaliñados. Yo te leo una nota en el periódico que nos da risa. Estás triturando unas papitas dentro de su bolsa. Las echas dentro de un satén con huevos revueltos.
En la sala me quito los zapatos y me tiro en el sillón. Me tapo los ojos con las manos. Pienso en mi largo. Siempre en mi largo. Te acercas y me das un libro. Dices que es más chido leerlo si sabes dónde pasan las cosas y me das un mapa.
En un piso alfombrado corto pedacitos de corcho. Tu estás haciendo líneas, líneas y más líneas. Escuchamos a David Bowie. Nuestros pies marcan el ritmo de la música.
En la noche llegamos muy elegantes. Nos reímos un chingo. Entre tropezones entramos y las carcajadas siguen mientras nos lavamos los dientes.
En la regadera me cargas abajo del chorro de agua. Yo te abrazo con piernas y brazos. Olfateo muy suavemente tu cuello. Cerramos el agua y cuando me acerco por las toallas, miras mi espalda y sonries. No sé por qué.
Abres un litro de cerveza y lo sives en dos vasos. Yo estoy concentrada cambiándole a la música. Me muestras una foto que tomaste con tu celular.
De vuelta en el cuarto, los dos estamos acostados viendo al techo. Me acerco a la lámpara de la mesita de noche y todo queda a oscuras. Se escucha como se mueven las sábanas.]
 
Todo en un segundo.