19.7.09

Si es así, dale cuerda

-¿Qué vas a hacer si algo importante se te olvida?
-¿Cómo qué, mis ojos?
-No. Tu dinero, tu tarjeta de estudiante, tu pasaporte, tu boleto...
-...de dónde vengo, qué quiero, qué hago, a quién quiero, a dónde voy, por qué, qué me gusta, quién soy...

-No seas zonza.
-Son cosas que también se pierden. Que a ti no te importen es otra cosa.

-Porque no importan. Sin tu pasaporte no eres nadie.
-No, no, no. Sin tu corazón no eres nadie.

-El pedo es que eres una romanticona.
-Nada de eso, cabrón. Mira, busca mi pasaporte. No lo traigo, ¿o sí?
-No güey, ¿para qué lo traerías?
-Ahí 'sta. Ahora buscate el corazón.

-No mames.

-Que esté en tu pecho, no quiere decir que lo tengas. O bueno, que lo uses.
-Lo uso todo el día. Es más, se usa solo. Yo no tengo ni que acordarme.
-Porque a tu corazón lo usas como a una máquina.
-Bombea sangre. Eso es todo.
-Exacto, eso es todo. El corazón hace el verbo del recuerdo. Una, y otra, y otra vez. Sólo eso.