y con rodillas gordas
me quedé por primera vez
en la escuela.
el salón estaba tapizado
con monstruos azules
y manzanas rojas.
la maestra se llamaba tere.
ella nació un día como el mío
y eso me gustaba.
se volvió mi amiga.
me dejaba comer
los pedacitos de chocolate
que le ponía a las galletas.
al salón lo remodelaron.
adentro pusieron extractores de aire
y muchas computadoras.
afuera de ese salón
me cortó el primer novio que tuve.
afuera de ese salón
me dieron el diploma de graduación.
allí mismo
me quedé parada el primer día
que fui a la escuela.
mi madre me dejó
de la mano de tere,
y no quise llorar
aunque los demás lo hacían.
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