El día que murió Juan Manuel la Teté estaba atendiendo a unas visitas en la sala. Hablaba hasta por los codos. Nerviosa. Sin hacer caso a lo que pasaba. El cáncer era mío, y el gordo me lo había curado. Mi abuelo miraba dentro de la cuna de vez en cuando. Bajó las escaleras lentamente. Cruzó miradas con su hermana. Él hizo un gesto negativo, ella sonrió a las visitas y les pidió que se largaran.
3 comentarios:
Dios, qué duro..
Y alguien en tu familia heredó el nombre?
Pff, obvio. De hecho, la Teté tuvo cuatro hijos y el más chico también se llama Juan Manuel (II). Está de terror...
Besos!
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